Una sentencia, aunque dicha de diferentes maneras, se replicó en la mañana de este 21 de abril en la sala Portuondo del Palacio del Segundo Cabo: la cuentística de Julio Travieso ha relatado, como pocos, la vida cotidiana y convulsa de sus coterráneos.
El panel dedicado a la obra del cubano, Premio Nacional de Literatura 2022, se desarrolló en el marco de la Feria Internacional del Libro de La Habana con la presencia del escritor homenajeado, Enmanuel Tornés y Félix Julio Alfonso.
Del autor de libros como El polvo y el oro, Llueve en La Habana, A lo lejos volaba una gaviota y Yo soy el enviado, comentó el doctor Alfonso López acerca de su fructífera obra, a la vez que aseveró la existencia de una línea constante en el tratamiento de temas históricos en las novelas de Travieso.
Asimismo, Tornés, también escritor y amigo del premiado, se adentró no solo en la narrativa de Julio sino además en los personajes, a quienes califica como héroes y antihéroes de la realidad con problemáticas presentes y perdurables a lo largo del tiempo en Cuba.
Por su parte, Julio Travieso habló de la influencia en sus obras de la literatura rusa, que ha enriquecido a base de investigaciones y búsquedas de datos, así como sus vivencias personales. «Hay libros que me causan inquietud, dolor, incomodidad y otros con los que me divierto extraordinariamente», reveló el autor.
Ante la triada de ponentes y con la certeza expresada por el agasajado de que los libros tienen vida propia y de que hay una vida detrás de ellos, en palabras de Travieso fueron narradas anécdotas, curiosidades y causalidades que han enriquecido su trayectoria. «Puede que a otros autores les haya sucedido algo parecido, pero estas yo las he disfrutado», sentenció el autor.