En la tarde de este sábado fue celebrado como parte de la 31 Feria Internacional del Libro de La Habana (FILH), el panel «Desarrollo de políticas públicas en favor de la lectura», en la sala de la Comandancia del complejo Histórico Morro Cabaña.
En el intercambio participaron Estela Machicado, gerente ejecutiva de la editorial general del estado Plurinacional de Bolivia; Yris Villamizar, Gerente de Estrategias del CENAL (Venezuela); y como moderador José Diego González, gerente de Producción y Circulación del Libro, del CERLALC.
Con la historia de las naciones, las estrategias para establecer políticas públicas tienen una continuidad en la actualidad, aunque con diferencias sustanciales entre países, la intervención en el espacio social de la lectura ha ganado su lugar en las agendas de los gobiernos.
En ese sentido, José Diego González destacó que hoy 21 países miembros del CERLALC tienen una política que va más allá de una campaña coyuntural, y abarca muy diversas líneas de acción. «La lectura debe formar parte fundamental de nuestros gobiernos, y de esta manera incidir en el espacio social. Para ello deben existir políticas públicas que permanezcan en la sociedad», expresó.
Al referirse a las políticas públicas Yris Villamizar declaró su interés y su disposición para, por medio de las leyes que se decreten respecto al tema, incidir y fomentar las políticas públicas.
Por su parte, Estela Machicado, en su condición de representante del ministerio de la presidencia, hizo referencia a la historia de Bolivia y a la revolución democrática y cultural que viven hoy. El conocimiento y la lectura han estado restringidos a la clase élite, por no contar con los recursos económicos para publicar o comprar los libros. En ese sentido, insistió en que la revolución bolivariana tiene mucho quehacer respecto a la democratización y el acceso al conocimiento.
Además, señaló la diferencia existente entre revolución democrática y revolución cultural: «Cuando hablamos de revolución cultural estamos hablando de un cambio de paradigma al que estábamos sometidos los pueblos indígenas a pensar como el patrón lo había decidido».
El gobierno bolivariano se ha planteado la necesidad de que el pueblo además de leer, pueda escribir su propia historia. «Debemos garantizar que la educación sea gratuita, fomentar la lectura, y darle sobre todo a los jóvenes, las herramientas para que puedan leer y desarrollar el conocimiento», insistió Estela Machicado.