Un mayor acercamiento al uso de los textos digitales y un trabajo más articulado entre autores y editoriales para promover la publicación de materiales en estos soportes formaron parte de los debates y las actividades este sábado en como parte de los programas de la 32 Feria Internacional del Libro en Villa Clara.
Durante la jornada continuaron las iniciativas articuladas en el proyecto Cuba Digital, una alternativa para sortear las limitaciones económicas de las editoriales para publicar textos en formato impreso y también como una vía para insertarse en las más novedosas tendencias que vinculan las tecnologías y el mercado literario.
Sobre estos temas versó el panel «¿Qué publicaremos? Actualidad y perspectiva editorial en la Cuba del siglo XXI», una propuesta del programa profesional de la feria que ahondó sobre los retos del sistema editorial cubano y la disyuntiva entre continuar con los textos en soporte físico o dar el salto definitivo al mundo digital.
En el debate trascendió la necesidad no solo de comprender la importancia del libro digital como vía para mantener vivas las publicaciones, sino también otros temas como las vías de comercialización y la necesidad de lanzar obras nuevas en estos formatos, pero también llevar a ellos clásicos de escritores cubanos como José Lezama Lima, Fina García Marruz o Eliseo Diego.
«No podemos negar el mundo que nos rodea y la fuerza de los textos digitales en la actualidad, pero no es lo mismo hablar de eso en naciones plenamente desarrolladas que en Cuba, donde aún nos queda un largo trecho para encontrar la comodidad en estos ámbitos; aun así, ese es un camino que debemos recorrer también los escritores, los intelectuales y los pensadores cubanos», apuntó el escritor Derbys Domínguez, de Ediciones Matanzas.
Para potenciar ese sendero, el proyecto Cuba Digital acogió el sábado 16 el panel «Las publicaciones históricas en la literatura digital», otro espacio para dialogar sobre el valor de mantener vivos no solo los estudios historiográficos en los formatos y circuitos tradicionales de publicación, sino también sobre cómo llevarlos a las nuevas tecnologías.
Por otra parte, la joven investigadora villaclareña Adriana Mani Benítez presentó su libro digital Mambiserías: apuntes del reinicio de las guerras independentistas en Villa Clara, fruto de frecuentes estudios sobre la Guerra de 1895 y con valiosos testimonios documentales pocas veces divulgados en otros análisis sobre el tema.
«Desde mi etapa de estudiante universitaria me apasiona este período de nuestra historia porque, a diferencia de la Guerra de los Diez Años, aquí el centro de Cuba sí tuvo protagonismo prácticamente desde las primeras semanas de la guerra; traerlo ahora en formato digital es la oportunidad perfecta para publicar y con ellos mantener la vitalidad en la historiografía desde una provincia pero que aporta a Cuba», apuntó la autora.
Como parte del programa digital de la feria tuvieron lugar las presentaciones de las revistas Umbral y Signos, investigaciones de Ciencias Sociales sobre la adolescencia y la construcción de la nacionalidad cubana, varios textos pertenecientes al catálogo de la Editorial Matanzas, así como las más recientes obras del poeta de Villa Clara, Luis Manuel Pérez Boitel.