En la sociedad indígena brasileña el viejo es el dueño de la historia, el adulto de la aldea y el niño es el dueño del mundo», relató Fabiano Piuba, funcionario del Ministerio de Cultura de Brasil, en los predios de la Feria Internacional del Libro de La Habana. El evento, que se desarrolló en la Sala de Presentación del País Invitado de Honor, constituye un acercamiento al pensamiento intergeneracional de dos escritores brasileños de la contemporaneidad.
Piuba invito al público compuesto por casi igual número de cubanos y brasileños a un espacio de diálogo entre Conceiçao Evaristo y Emicida. Para presentar a Emicida evocó ese fragmento del filósofo Paulo Freire que enuncia que la lectura es un acto de libertad porque aprendemos a leer para escribir nuestra propia historia.
Emicida, proveniente de un área empobrecida de Sao Paulo, es un rapero, cantante y compositor, considerado una de las mayores revelaciones del hip hop en el Brasil de la década de los 2000. Se inserta en el universo de la feria con ejemplares de literatura infantil: Amoras y Así es como la oscuridad y yo nos hicimos amigos. El rapero reveló que en la actualidad somos bombardeados por mucha información y tragedias en el mundo continuamente, sin embargo en la mirada de los niños aún existe algo más hermoso que solo la belleza de sus inocencias.
«No sé si han notado que hay algo muy antiguo en los ojos de un recién nacido», introduce Piuba a los conflictos narrativos de Conceiçao Evaristo, escritora que posee un concepto particular de la literatura, a través de la acción de escribir, ver y vivir. En relación a su obra Ojos de agua comenta que en su línea de acontecimientos las cosas no tienen realmente fin, sino un comienzo, un estadio intermedio y otro comienzo. «Todo es un mundo de agua», anota la brasileña.
La literatura de Evaristo es un espejo del lamento de las mujeres que trajeron esclavizadas a América. La escritora rememoró el blues y su vínculo con esa cultura. «El color húmedo de los ojos de mi madre es el color de las lágrimas insumisas de mujeres», explica. Su obra no es un acceso de puro dolor, sino esa frontera entre la desesperación y la esperanza.
Andressa Marques, la moderadora, interrogo a los literatos acerca de cómo construyen su obra y sus conceptos estéticos «en esta época de todo para ayer». Emicida ante ese cuestionamiento recordó la cita que presenta una exposición de Sao Paulo: «Museo del pobre es la pared de la casa, los ricos construyen sus museos, sus galerías y a través de esa construcción―prosiguió― demuestran que contar historias también es un ejercicio de poder». La literatura es una manera de subvertir ese orden y transformar el planeta entero en un gran acervo. Compartir esas invisibilidades es quizás el momento más revolucionario de ser artista y como dijo Evaristo «una generación no sustituye a otra, sino la complementa; moviéndose en la dirección de la utopía humana de un mundo mejor».
Evaristo admitió de la locuacidad de Emicida, que la rapidez del lenguaje del rap, es un elemento que siempre la sorprende. Para ella, afirmar que nuestro tiempo es de ayer es potenciar la lucha de los jóvenes, «porque el tiempo ahora es tuyo», anota.
Evaristo continuó ahondando en la retórica tan discutida de la necesidad de crear nuevas narrativas para el arte. «Y no hay posibilidades de crear nuevas narrativas si no hay un nuevo imaginario», aseguró.
Acerca de los motivos por los que Emicida aceptó venir a la Isla, el rapero explicó: «Conozco a Orishas, a Omara Portuondo y Bola de Nieve; un pueblo capaz de construir una cultura tan maravillosa me recuerda a mi propio pueblo. Veo muchos puntos de contactos entre nuestras espiritualidades. Ustedes los cubanos tienen doscientos millones de hermanos un poco más al sur y estamos muy agradecidos, sobre todo por los médicos cubanos».
Evaristo agregó: «Tengo la impresión de que Cuba sobrevive por la dignidad del pueblo cubano».
Piuba agradeció de la logística del evento que la feria sea un espacio abierto y democrático. Explicó que la ministra de cultura brasileña Margareth Menezes firmó, junto al ministerio cubano, un memorándum para reafirmar las relaciones de intercambio artístico y políticas culturales en las áreas del mundo audiovisual, la formación artística y cultural entre ambos países. Para ilustrar este acercamiento hizo referencia a los estudiantes brasileños que estuudian en la Facultad de Arte de los Medios de Comunicación Audiovisual (Famca) presentes en el conversatorio.
En el panel quedaron expuestos los entresijos de la confluencia generacional. Emicida explicó: «Los científicos hablan de crear máquinas del tiempo, pero eso ya existe porque los libros son máquinas del tiempo».